
Visto en humor Orange
"Lo que me falta como vaquero y como enlazador, lo compenso gracias a los caballos", dijo el actor de 40 años de edad -hijo de otro famoso actor, Donald Sutherland- en la última edición de la revista Men's Vogue, la cual saldrá a la venta el martes. "Enlazar es uno de esos deportes, como el polo, donde uno mejora gracias a los caballos que jinetea. Y yo tengo algunos caballos muy buenos".
Sutherland, quien ha actuado en películas tales como "The Sentinel" y "A Few Good Men", aprendió a cabalgar en 1994, cuando actuó en el filme "The Cowboy Way". En 1998 decidió tomarse un descanso del trabajo en películas, y terminó ganando en dos ocasiones la competencia de lazo en equipos nacionales.
La sexta temporada de su exitosa serie "24", que se transmite por el canal Fox, será difundida el 14 y el 15 de enero en dos segmentos de dos horas cada uno. Sutherland, que ha estado casado en dos ocasiones, dice que es difícil salir con una mujer mientras graba la serie.Después de un plazo “relativamente corto” de unos 12 años la vacuna contra los dos principales tipos de Virus del Papiloma Humano (VPH) ha completado sus fases de estudios clínicos y ha sido autorizada por más de 40 países, destacó Bosch.
Pero, admitió, ahora hace falta que haya mayor información pública para iniciar campañas masivas de vacunación, especialmente en aquellos países pobres donde la tasa de mortalidad por este mal es mayor debido al poco acceso a exámenes médicos de rutina.
Bosch, jefe de la unidad de Epidemiología y registro de Cáncer del Instituto Catalán de Oncología de Barcelona, es una autoridad mundial en la materia y uno de los descubridores del vínculo entre el virus del VPH y el cáncer cervical.
Las vacunas aprobadas cubren los dos tipos de virus que son responsables del 70 por ciento de los casos de este cáncer.
Para el otro 30% hay en estudio vacunas polivalentes cuya eficacia habrá que verificar todavía. Según los estudios, el de útero es el segundo cáncer más frecuente entre mujeres menores de 45 años en el mundo, después del de mama y de pulmón. Cada año hay 500 mil nuevos casos y 270 mil muertes.
El 80% se concentra en los países pobres, incluidos 33 mil casos en América Latina, donde la incidencia es una de las peores.
Esa probabilidad depende de la clase social y del acceso a exámenes como el papanicolau (citología) que permiten detectar y tratar a tiempo los carcinomas.
El vínculo entre el VPH y este cáncer fue probado gracias a modernas técnicas moleculares que permiten detectar muestras de ADN viral en los tejidos afectados. “El virus estaba ahí y nadie lo veía” a pesar de millones de citologías, destacó Bosch.
El VHP es “una condición necesaria” para cáncer de cuello. Por eso en los países pobres la vacuna surge como una nueva herramienta.
Pero, para los críticos, esa opción tropieza con otra barrera:
su alto precio, prohibitivo para muchas familias y fuera del presupuesto de los programas sanitarios oficiales.
En Estados Unidos vale 100 dólares por dosis y hacen falta tres dosis para inmunizar a cada mujer.
Sólo hace falta pensar en la enorme cantidad de adolescentes y mujeres jóvenes hay en América Latina para calcular cuánto podría costar una campaña masiva de vacunación.
La evolución de esa política de precios en cada país forma parte de las negociaciones de los gobiernos con las compañías (fabricantes) y eventualmente con los grandes donantes en el área, sugirió.
Seguramente los precios bajarán y serán más asequibles, “pero todavía estamos en el capítulo uno de esta historia”.
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